La primera anécdota que vamos a tener el placer de contaros, tiene como protagonista a un chico que aquí presentaremos de nombre Grimal. Este sujeto tiene entre sus principales "virtudes" su gran hipocresía, falsedad y gran capacidad para quejarse de todo, además de su increíble talento natural para aparentar lo que no es o copiar a los demás.
Comenzamos a tener relación con nuestro querido Grimal a través de una red social, aunque ya lo conocíamos antes de vista y por sus compañías...
En una de las múltiples conversaciones en dicha red social, Grimal después de haberse quejado varias veces antes (¡y no sabéis cuantas!) de su aspecto (¡y con razón!), vida, "amigos" y un montón de cosas más, le suelta a Nessa sin pudor o vergüenza alguna estas palabras:
Grimal: Odio a la gente que se está quejando todo el tiempo, yo no lo haría.
Nessa: Pero si tú te quejas todos los días.
Grimal: ¿Yo? ¿Quejarme? Por encima de mi cadáver.
Esta es más o menos la recreacción de la conversación, como podéis apreciar ese día Nessa no estaba de muy buen humor con nuestro amiguito.
La respuesta de Grimal provocó en Nessa esta expresión:
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